Los
modos de practicar el periodismo se están discutiendo. La llegada de las nuevas
tecnologías, la expansión de los medios de comunicación y la masificación han
cambiado el modo de realizar el oficio. Mientras se discute si se debe hablar
de periodismo 2.0 o 3.0 por la inclusión de las redes sociales y avances
tecnológicos la práctica de la escritura presenta una evidente mutación.
Distintos autores hablan de Nuevo Periodismo, un espacio en el que no sólo se
narra la investigación del periodista sino que se incorporan prácticas
literarias. En esta ocasión analizaremos el texto Destino Incierto de Fabrina
Donato con distintos puntos del porqué de una nueva corriente dentro de las
redacciones en los medios de comunicación.
El texto Destino Incierto puede
considerarse dentro del Nuevo Periodismo porque cumple con los dos requisitos
fundamentales y sus características más evidentes cómo la construcción
literaria y la investigación. El periodista debe manejar un gran caudal de
información, estar en el lugar del hecho y cerca de los protagonistas, los
entrevistados. Y es el mismo periodista
parte fundamental, ya que relata una visión personal de los hechos, aunque lo
más objetiva posible. Y esa visión se puede evidenciar al leer el trabajo. Las
descripciones son intensas, acercándose a la escritura literaria.
Ya
Tomás Eloy Martínez describe: “Lo que buscan las narraciones a las que estoy
aludiendo es que el lector identifique los destinos ajenos con su propio
destino. Que se diga: a mí también puede pasarme esto. Hegel primero, y después
Borges, escribieron que la suerte de un hombre resume, en ciertos momentos
esenciales, la suerte de todos los hombres”. Es el llamado nuevo periodismo el
que incorpora esta visión, y en la historia narrada se identifica una vivencia
de un grupo de adolescentes con las características que representa la edad. Las
rutinas de salidas al boliche, las prioridades y la tragedia.
Por
otra parte, Martínez presenta una crítica a los nuevos trabajadores de prensa y
describe:” No todos los redactores saben narrar y, lo que es más importante
todavía, no todas las noticias se prestan a ser narradas. Pero antes de
rechazar el desafío, un periodista verdadero debe preguntarse si se puede hacer
y, luego, si conviene o no hacerlo”. También afirma: “El compromiso con la
palabra es a tiempo completo, a vida completa. El periodismo no es una camisa
que uno se pone encima a la hora de ir al trabajo. Es algo que duerme con
nosotros, que respira y ama con nuestras mismas vísceras y nuestros mismos
sentimientos”. Fue de esa manera como nació Destino Incierto con la experiencia
de pilar pero con la investigación de soporte.
El marco que encierra el texto
analizado es una vivencia de la autora, que describe lo ocurrido una noche hace
cinco años. Los detalles de los hechos, de los lugares generan en el lector la
cercanía de imaginarse la situación. Tomás Eloy Martínez considera que “Todo
acto de narración es, como se sabe, un modo de leer la realidad de otro modo,
un intento de imponer a lo real la coherencia que no existe en la vida. Y todo
narrador, a la vez, es una esponja que absorbe lo que ve y lo que lee para
devolverlo transfigurado. El relato selecciona imágenes, palabras, órdenes de
palabras –Joyce ya dictaminó que en el lenguaje hay sólo un orden posible-,
acciones que se dan de otra manera en la realidad”. Luego, agrega: “Corregir la realidad,
transfigurarla o, al menos, disentir de la realidad, es uno de los deseos
centrales del narrador. Pero para que la corrección tenga sentido, debe haber
una realidad previa pesando, ejerciendo una fuerza de gravedad, sobre la
imaginación del narrador: una experiencia de vida, una lectura, algo que lo
excita, que lo saca de quicio”.
Otro de los autores reconocidos
que teorizan sobre el nuevo periodismo es Elinor Ochs quien considera distintos
puntos que se ven reflejados en Destino Incierto. Sobre la narrativa entiende
que debe haber un suceso que tenga características distintivas como para ser
contado por el periodista, como es en esta ocasión lo que ocurre con la Ruta
Provincial 91. Considera que la construcción del escrito debe perseguir un
objetivo, tal como se plantea comienza con una experiencia que ocurre en la ruta
91 para generar cercanía con el lector, para que se interprete además que desde
hace tiempo ya el estado del asfalto es deplorable. Además Ochs hace mención a
que no sólo son descripciones de un suceso sino que se llevan a cabo
interpretaciones. También entiende, tal como lo realiza la autora en Destino
Incierto, que se trata de esclarecer un problema colocándolo dentro de una
secuencia de sucesos según causa-efecto. Es decir, la situación del accidente
es desencadenada por el estado de la ruta.
Por
otra parte, Ochs entiende las particularidades de la trama como la manera en
como los hechos y las emociones se mezclan para obtener una narración
coherente. Por supuesto tiene un principio, un medio y un final. El autor tiene
en cuenta también a la actividad narrativa que es un medio discursivo para la
exploración y resolución colectiva de problemas, la historia que se cuenta en
Destino Incierto tiene un fin evidente que es mostrar que los accidentes de tránsito
ocurren y los causales son ante todo el estado de la Ruta Provincial 91 y al
enunciar los avances y retrocesos en los procesos públicos plantea la necesidad
de una pronta solución.
AlbertChillón es otro intelectual que razona sobre el nuevo periodismo con una mirada
particular: “Todo acto de dicción es también un acto de ficción”. Es decir, que
la reconstrucción de un hecho ya es ficcionalizarlo en cualquier tipo de
soporte, incluso en contar una escena. Pero se deben “distinguir los grados y maneras
en la que la ficción empapa los actos de habla”. Con respecto a las
características que Chillón encuentra en los textos facticios es preciso
destacar las técnicas documentales que presentan el periodismo de investigación
y la observación. Por otra parte la utilización de varias voces está presente
en el trabajo de redacción: son los distintos personajes que intervienen en la
lucha por una resolución del problema.
Pueden
situarse otro de los enunciados de Chillón al citar que se parte de una sólida
base documental pero escribe prescindiendo de las formas expresivas del
periodismo convencional: no es necesario proporcionar al lector
identificaciones ni atribuciones completas: ni fecha el tiempo de la acción con
exactitud, puede ofrecer apenas datos, pocas cifras y nada de estadísticas; tampoco
es imprescindible recrear declaraciones de fuentes institucionales cuando no
son absolutamente imprescindibles. La autora elige cuidadosamente las
declaraciones a incluir, como así también opta que no haya demasiadas. La fecha
exacta del accidente no se establece, los nombres de los fallecidos, solamente
queda la vivencia presentada como evidencia para la reconstrucción de la
situación.
La
variante dentro del oficio del periodista, llamada Nuevo Periodismo, integra
sesgos literarios lo que hace que se rompan los estereotipos de una información
dura que se limita a datos y a estadísticas concretas. Esta práctica le da una
visión más real, de alguien que integra la sociedad y puede contar una escena,
una noticia puede ficcionalizarse para que produzca otro efecto, lo que no
significa que se pierdan los rasgos fundamentales del periodismo: la
recolección de datos, el chequeo de cada uno o las fuentes de información.
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