jueves, 16 de agosto de 2012

Otra manera de contar llamada Nuevo Periodismo


                Los modos de practicar el periodismo se están discutiendo. La llegada de las nuevas tecnologías, la expansión de los medios de comunicación y la masificación han cambiado el modo de realizar el oficio. Mientras se discute si se debe hablar de periodismo 2.0 o 3.0 por la inclusión de las redes sociales y avances tecnológicos la práctica de la escritura presenta una evidente mutación. Distintos autores hablan de Nuevo Periodismo, un espacio en el que no sólo se narra la investigación del periodista sino que se incorporan prácticas literarias. En esta ocasión analizaremos el texto Destino Incierto de Fabrina Donato con distintos puntos del porqué de una nueva corriente dentro de las redacciones en los medios de comunicación.
El texto Destino Incierto puede considerarse dentro del Nuevo Periodismo porque cumple con los dos requisitos fundamentales y sus características más evidentes cómo la construcción literaria y la investigación. El periodista debe manejar un gran caudal de información, estar en el lugar del hecho y cerca de los protagonistas, los entrevistados.  Y es el mismo periodista parte fundamental, ya que relata una visión personal de los hechos, aunque lo más objetiva posible. Y esa visión se puede evidenciar al leer el trabajo. Las descripciones son intensas, acercándose a la escritura literaria.
                Ya Tomás Eloy Martínez describe: “Lo que buscan las narraciones a las que estoy aludiendo es que el lector identifique los destinos ajenos con su propio destino. Que se diga: a mí también puede pasarme esto. Hegel primero, y después Borges, escribieron que la suerte de un hombre resume, en ciertos momentos esenciales, la suerte de todos los hombres”. Es el llamado nuevo periodismo el que incorpora esta visión, y en la historia narrada se identifica una vivencia de un grupo de adolescentes con las características que representa la edad. Las rutinas de salidas al boliche, las prioridades y la tragedia.
                Por otra parte, Martínez presenta una crítica a los nuevos trabajadores de prensa y describe:” No todos los redactores saben narrar y, lo que es más importante todavía, no todas las noticias se prestan a ser narradas. Pero antes de rechazar el desafío, un periodista verdadero debe preguntarse si se puede hacer y, luego, si conviene o no hacerlo”. También afirma: “El compromiso con la palabra es a tiempo completo, a vida completa. El periodismo no es una camisa que uno se pone encima a la hora de ir al trabajo. Es algo que duerme con nosotros, que respira y ama con nuestras mismas vísceras y nuestros mismos sentimientos”. Fue de esa manera como nació Destino Incierto con la experiencia de pilar pero con la investigación de soporte.
El marco que encierra el texto analizado es una vivencia de la autora, que describe lo ocurrido una noche hace cinco años. Los detalles de los hechos, de los lugares generan en el lector la cercanía de imaginarse la situación. Tomás Eloy Martínez considera que “Todo acto de narración es, como se sabe, un modo de leer la realidad de otro modo, un intento de imponer a lo real la coherencia que no existe en la vida. Y todo narrador, a la vez, es una esponja que absorbe lo que ve y lo que lee para devolverlo transfigurado. El relato selecciona imágenes, palabras, órdenes de palabras –Joyce ya dictaminó que en el lenguaje hay sólo un orden posible-, acciones que se dan de otra manera en la realidad”.  Luego, agrega: “Corregir la realidad, transfigurarla o, al menos, disentir de la realidad, es uno de los deseos centrales del narrador. Pero para que la corrección tenga sentido, debe haber una realidad previa pesando, ejerciendo una fuerza de gravedad, sobre la imaginación del narrador: una experiencia de vida, una lectura, algo que lo excita, que lo saca de quicio”.
Otro de los autores reconocidos que teorizan sobre el nuevo periodismo es Elinor Ochs quien considera distintos puntos que se ven reflejados en Destino Incierto. Sobre la narrativa entiende que debe haber un suceso que tenga características distintivas como para ser contado por el periodista, como es en esta ocasión lo que ocurre con la Ruta Provincial 91. Considera que la construcción del escrito debe perseguir un objetivo, tal como se plantea comienza con una experiencia que ocurre en la ruta 91 para generar cercanía con el lector, para que se interprete además que desde hace tiempo ya el estado del asfalto es deplorable. Además Ochs hace mención a que no sólo son descripciones de un suceso sino que se llevan a cabo interpretaciones. También entiende, tal como lo realiza la autora en Destino Incierto, que se trata de esclarecer un problema colocándolo dentro de una secuencia de sucesos según causa-efecto. Es decir, la situación del accidente es desencadenada por el estado de la ruta.
                Por otra parte, Ochs entiende las particularidades de la trama como la manera en como los hechos y las emociones se mezclan para obtener una narración coherente. Por supuesto tiene un principio, un medio y un final. El autor tiene en cuenta también a la actividad narrativa que es un medio discursivo para la exploración y resolución colectiva de problemas, la historia que se cuenta en Destino Incierto tiene un fin evidente que es mostrar que los accidentes de tránsito ocurren y los causales son ante todo el estado de la Ruta Provincial 91 y al enunciar los avances y retrocesos en los procesos públicos plantea la necesidad de una pronta solución.
                AlbertChillón es otro intelectual que razona sobre el nuevo periodismo con una mirada particular: “Todo acto de dicción es también un acto de ficción”. Es decir, que la reconstrucción de un hecho ya es ficcionalizarlo en cualquier tipo de soporte, incluso en contar una escena. Pero se deben “distinguir los grados y maneras en la que la ficción empapa los actos de habla”. Con respecto a las características que Chillón encuentra en los textos facticios es preciso destacar las técnicas documentales que presentan el periodismo de investigación y la observación. Por otra parte la utilización de varias voces está presente en el trabajo de redacción: son los distintos personajes que intervienen en la lucha por una resolución del problema.
                Pueden situarse otro de los enunciados de Chillón al citar que se parte de una sólida base documental pero escribe prescindiendo de las formas expresivas del periodismo convencional: no es necesario proporcionar al lector identificaciones ni atribuciones completas: ni fecha el tiempo de la acción con exactitud, puede ofrecer apenas datos, pocas cifras y nada de estadísticas; tampoco es imprescindible recrear declaraciones de fuentes institucionales cuando no son absolutamente imprescindibles. La autora elige cuidadosamente las declaraciones a incluir, como así también opta que no haya demasiadas. La fecha exacta del accidente no se establece, los nombres de los fallecidos, solamente queda la vivencia presentada como evidencia para la reconstrucción de la situación.
                La variante dentro del oficio del periodista, llamada Nuevo Periodismo, integra sesgos literarios lo que hace que se rompan los estereotipos de una información dura que se limita a datos y a estadísticas concretas. Esta práctica le da una visión más real, de alguien que integra la sociedad y puede contar una escena, una noticia puede ficcionalizarse para que produzca otro efecto, lo que no significa que se pierdan los rasgos fundamentales del periodismo: la recolección de datos, el chequeo de cada uno o las fuentes de información. 

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